domingo, 6 de marzo de 2011

Séneca y la ira

Séneca fue un filósofo que vivió en una época muy inestable. En un momento de su vida tuvo que asumir la tutoría del Emperador Merón, un hombre que tenía mucha ira. Este acontecimiento es el que llevo a Séneca a reflexionar sobre la ira.
La vida moderna está llena de frustraciones. A menudo podemos perder los estribos  y sacar fuera nuestra ira. Como personas que somos, esto nos pasa a todos. La ira es algo racional, algo sobre lo que en el fondo tenemos control.
Según Séneca, la ira está presente en la vida cotidiana por tener ideas muy optimistas del mundo. La gente se enfada por tener muchas esperanzas en algo, demasiadas esperanzas. Para controlar la ira, lo ideal sería ser pesimistas en determinadas ocasiones para que las cosas nos sorprendan menos, para estar preparados cuando algo malo nos ocurra. Esto es así porque al ser más pesimistas, nos imaginamos más las cosas malas que nos pueden suceder.
Según mi opinión, la ira es algo que todo el mundo padece. Podemos decir que es algo incontrolable, pero en realidad no lo es. Si nos paramos a reflexionar todos los días sobre las malas situaciones que podemos vivir, nos daremos cuenta que podemos evitar esas malas reacciones que tenemos en caliente, cuando nos suceden las malas cosas y estar preparados por asumirlas. Pero esto no es nada fácil. La pregunta sería: ¿sabemos las personas buscar en nuestro interior y encontrar el punto que nos permite la reflexión, o solo nos dejamos llevar por las malas reacciones, sin tener en cuenta esta reflexión?

EPICURO Y LA FELICIDAD

Según Epicuro, para conseguir la felicidad hacen falta tres cosas: tener amigos, tener libertad (autosuficiencia) y tener una vida bien analizada (con capacidad de reflexión). Visto así, esto parece fácil, pero en realidad no lo es. Todos podemos ser felices en la vida, pero probablemente buscamos en el sitio equivocado. La publicidad es la gran responsable de esto. Nos ofrece una visión de la felicidad que no se corresponde con la filosofía de Epicuro. Y nosotros, parece ser que no entendemos nuestras necesidades y nos dejamos influir por ella.
El ideal de la filosofía epicúrea es desear una vida placentera y divertida. El placer es lo más importante de la vida. Como hemos visto en los videos, parece fácil pensar que esto se puede conseguir con el dinero. Pero esto no es así. Aunque nos resulte difícil, antes de comprar debemos recapacitar.
En mi opinión, yo pienso que todos tenemos (o deberíamos tener) el mismo objetivo en la vida: ser felices. Pero, como hemos visto, esto no es nada fácil, ya que hay mucha gente que no es feliz. Para intentar alcanzar ese estado de felicidad, yo creo que deberíamos indagar más en el tercer aspecto mencionado por Epicuro: tener tiempo para reflexionar sobre la vida. Yo pienso que la gente, en general, se obsesiona tanto en conseguir el estado ideal de felicidad que no deja tiempo para reflexionar sobre la vida, sobre las necesidades. Entonces, ¿sabemos realmente reflexionar sobre la vida, o solo la vivimos para intentar ser felices, sin reflexión alguna?

domingo, 6 de febrero de 2011

La ética según Aristóteles

Según Aristóteles, la ética es carácter, costumbre, reflexión sobre la acción humana, y los seres humanos buscamos la felicidad a través de las virtudes. Debemos aplicar esto a la vida práctica. Tenemos que buscar unos modelos para llegar a encontrar nuestra finalidad. Pero, ¿cuáles son esos modelos? ¿Cuál es el modelo bueno?
Está claro que llegar a la felicidad no es fácil. A lo largo del camino, nos encontramos con muchas dificultades y nos surgen problemas. Entonces debemos pensar en alguien o algo que nos ayude a salir de estos baches y continuar con el camino. Debemos encontrar el referente moral que nos permita seguir hacia delante y no rendirnos. Ese es el modelo a seguir, es decir, ponernos en la realidad de ese problema y, a través de nuestras virtudes, encontrar el modo de solucionarlo. Eso es lo bueno, sacar de la realidad ese referente moral. Así encontraras la felicidad.

SÓCRATES: INTELECTUALISMO MORAL



Según Sócrates, la ignorancia es la base del mal. Quién actúa mal es porque no sabe lo que hace, no conoce el bien, es un ignorante. La sabiduría es el factor que te conduce al comportamiento moral. El hecho de conocer es el que te lleva a actuar de una u otra manera dentro del comportamiento de la moral. Esto te puede  conducir a la felicidad, ya que si sabes lo que es el bien, si sabes lo que te conviene, podrás conseguirlo. Pero, de lo contrario, si no sabes, si no conoces, ¿qué tienes que conseguir? No lo sabes, puesto que no conoces. He aquí el intelectualismo moral.
Todo esto nos puede llevar a una pregunta, y es la siguiente: ¿es posible hacer el mal si conoces el bien?
Sabemos que con la sabiduría podemos hacer el bien, pero no sabemos si, aunque sepamos, podemos hacer el mal. En mi opinión, yo pienso que no. Si alguien tiene constancia de lo que es bueno, no va a querer hacer lo malo. No es lógico. Otro aspecto sería tener un patrón para lo que está bien y para lo que está mal. En definitiva, quién actúa mal es por desconocimiento, por no conocer. Y para evitar esto, debes aprender a lo largo de la vida todo lo que puedas.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Filosofia y mente (charla 4)

Tener problemas es, en cierto modo, algo bueno, porque te incita a investigar, a buscar información sobre un tema diverso.

Es importante no saber cosas a la hora de elaborar tu propia teoría experimentalmente, porque el conocimiento de ciertas cosas puede condicionarte.

Hay que tener curiosidad por las cosas. Para solucionar un problema hay que tener curiosidad. Hay que estar dispuestos a tomar nuevas teorías aunque no haya que romper otras. A partir de un hecho se sucederán otros. Ahora mismo estamos en una sociedad en la que vas a las cosas directo y apruebas la teoría experimentalmente.

Pero si quieres hacer ciencia tienes que buscar contraejemplos.
Tenemos un sesgo natural para confirmar nuestras hipótesis en vez de refutarlas. Hay que evitar ese sesgo de información.

Cuando tienes alguna cosa (objeto) hay un sesgo de confirmación, que hace que solo veas lo que tú tienes. Tienes que tratar de cargarte tu hipótesis, de buscar algo que la refute para hacerla mas fuerte.

La ciencia es falible en el mejor sentido de los términos.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Filosofía y ciencia (charla 3)

El 25 de mayo de 585 comienza la filosofía y ciencia, mediante un eclipse (mito y Tales).

El mito es otro punto de vista, la forma más común que ha tenido la humanidad.

La paralaxis consiste en cambiar el espectáculo por un cambio de espectador.

El eclipse mencionado anteriormente se puede interpretar de tres formas:
-Yo
En este caso, Safo defendía la intimidad. Pero por ser lesbiana, la gente decía que todo lo que Safo pensaba era malo.
También aparece el coro, que es la uniformidad de pensamiento, el pensamiento colectivo, que defendía que lo que éste (el coro) pensaba debía pensarlo todo el mundo.

-Yo
Ahora aparece Thepsis, que coge a un personaje, lo saca del coro y hace que se vuelva contra el coro. Se revuelve contra el destino y contra los dioses. Se trata de la libertad personal pública. Ahora la libertad es íntima y privada, que cada uno puede pensar lo que quiera.

-Yo
Aparecen las musas (Zeus), que dicen que cuando ellas quieran pueden hacer que las mentiras sean realidad, o que las verdades sean realidad, y que nosotros debemos obedecer. Tales se encuentra con ellas. Utilizan la frase “vientres y nada más que vientres”, que significa que los humanos no saben nada. También dicen que la realidad no era verdadera.
En definitiva, las personas debemos escuchar la voluntad de los dioses.
El rito es la palabra que se debe obedecer.

Luego Tales propone una racionalidad primera. Piensa con otra lógica, piensa que se puede modificar el orden de las cosas. No piensa como el coro.

El eclipse es un hecho, una realidad.

El poema “Enuma Elish” dice que hay dos dioses primordiales: Apsu y Tiamud.

Miedo a drácula (charla 1)

Normalmente, las personas sienten emociones por algo que creen. Las emociones:

-Tienen un objeto (oso).
-Tienen una creencia (es peligroso).
-Tienen un sentimiento (temblor).

Pero en ocasiones también ocurre que las personas tienen miedo por algo que no existe. Entonces, si sabemos que eso no existe, ¿por qué tenemos miedo?
La paradoja es la siguiente: sé que las mariposas no son peligrosas, pero cuando las veo, tiemblo.

Todas estas cuestiones planteadas anteriormente pueden tener distintas soluciones, según el punto de vista que tomemos:

1. Somos irracionales.
En este caso, los seres humanos sienten emociones por algo que no existe. Para ello hacen como si eso fuera real durante un momento, es decir, construyen una cosa que no existe en algo que existe. Esto supone que todos son irracionales.

2. No tengo emociones reales (cuasi-emociones).
Aquí las personas imaginan el contenido de una película o de un juego. Imaginan:
-Lo que la película o juego representa.
-Que están en peligro.

Los humanos sienten cuasi-miedo, pero esto no es una emoción de verdad. Esta teoría presenta diversos problemas:
-¿Cómo se distingue una emoción real de una que no es de verdad?
-Es una emoción real pero sin comportamiento asociado.

3. Soy racional y siento emociones reales.
Las personas no necesitan creer para tener emociones reales. Se trata de sustituir la creencia por un pensamiento.

Éstos son tres puntos de vista y cada persona puede aceptar cualquiera de ellos.